Con el perdón de los creyentes, nos tomaremos el atrevimiento de revisar este artículo de fe.
Los bitcoins, a diferencia del dinero estatal, no pueden ser repartidos arbitrariamente. El que quiera pisar fuerte en el mundo Bitcoin, tendrá que adquirirlos a cambio de divisa u otros bienes o servicios a precio de mercado. ¿Y qué ocurriría si alguien intentara hacerse, digamos, de varios millones de bitcoins?
En primer lugar, dado que el número de bitcoins es limitado, su precio aumentaría bruscamente. Esto enriquecería a los tenedores de bitcoins, cuyas expectativas, y órdenes de venta cambiarían de inmediato, y entre los no bitcoiners desencadenaría una masiva “fiebre del bitcoin”.
Con unos cuantos millones de dólares alguien podría comprar muchos bitcoins, pero NO una elevada proporción de los bitcoins disponibles. Primero, porque la mayoría de los bitcoins ni siquiera están a la venta (los que se negocian son una fracción mínima del total), y segundo porque al condicionar a la oferta cada vez le resultarían más caros.
¿Y si los comprara por fuera de los exchanges (sitios de trading)? Secaría el mercado en minutos. Además, muchos de los que venden por fuera compran sus bitcoins en los exchanges, y absolutamente todos toman como referencia los precios de los exchanges. Así que al comprar una gran cantidad de bitcoins over the counter, el multimillonario afectaría inmediatamente a los precios en Mt Gox y compañía.
Si Warren Buffett decidiera invertir buena parte de su fortuna en bitcoins, el primer bitcoin le costaría unos USD 20 (al precio actual), pero el último le costaría probablemente millones de dólares, si es que para entonces tiene la suerte de encontrar a alguien dispuesto a vendérselo.
Ahora bien, supongamos que un magnate, o un gobierno logra adquirir de alguna manera un porcentaje significativo de todos los bitcoins que hay a la fecha. ¿Qué poder le otorgaría eso?, ¿el de venderlos en un instante para deprimir el precio transitoriamente, después de haber pagado millones o billones de dólares con el fin adquirirlos? ¿Cuántas veces podría hacer algo así antes de perder todo su “poder de fuego” a manos de cada vez más compradores de oportunidad? ¿Y todo eso para qué?…
Lo único que lograría el autor de un “ataque de fuerza bruta monetaria” es despertar el interés de toda clase inversores, que pasarían a competir con él por un activo en rápida apreciación. Y con el dumping ocasional sólo generaría nuevas oportunidades para los que habían “perdido el tren”. Es decir que, lejos de concentrar la distribución de los bitcoins, la estaría expandiendo.
En el caso de Bitcoin, no hay mejor manera de dispersar el mercado que tratar de dominarlo.
Fuente: elbitcoin.org
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